miércoles, 12 de septiembre de 2012

El monumento pendiente. Gabriel Moris


Los hombres tenemos la costumbre de recurrir a la construcción de monumentos para recordar hechos o personas con el fin de perpetuar su memoria de forma colectiva. No siempre se logra dicha finalidad; sobre todo cuando se trata de hechos o personas con relevancia política, cosa que ocurre con bastante frecuencia. Creo que las personas que hemos vivido una parte dilatada de nuestra vida podemos aportar ejemplos que ilustran mi afirmación. No hace muchos años asistimos a un hecho de esta naturaleza. Me refiero a la retirada de una estatua ecuestre en Madrid.
En las páginas de nuestra historia podemos encontrar igualmente hechos y personas que, según el tratadista, salen mejor o peor parados. En la mayoría de las ocasiones resulta válido el dicho: "En este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira". Personalmente, aunque en la vida real sea aplicable esa sentencia, tengo el convencimiento de que hay hechos y personas que intrínsecamente son buenos y malos. Los matices relativistas, que intentan difuminar el bien y el mal, jamás podrán evitar la transparencia de las buenas o las malas acciones. Cuando se prefiere la oscuridad a la luz, algo malo se pretende ocultar. Jesús dijo: "Los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la luz (Lc, 16,8)". Después de veinte siglos, su vigencia es evidente.
En nuestra reciente historia, para desgracia nuestra, el fenómeno terrorista quizá sea uno de los hechos que más han contribuido a sembrar de monumentos nuestras calles y plazas. A priori, casi todos los españoles coinciden en rendir tributo a las víctimas del terror; víctimas inocentes, que lo fueron por su indefensión, por ser servidores del Estado o simplemente por ser españoles o por vivir en España. Las organizaciones que causan tanto dolor a las víctimas, objeto de recuerdo, arremeten a veces con saña contra esos recuerdos, que sin sus crímenes no tendrían razón de ser. Creo que ahora resulta más fácil de entender que no siempre los monumentos cumplen con la finalidad de inmortalizar personas o hechos. La simbología de lo bueno y lo noble en un momento histórico puede invertirse en otro momento no muy distante en el tiempo. Por este motivo yo no me siento un entusiasta de los recuerdos materializados en cosas tan lábiles como un símbolo en piedra o la placa de una vía pública.
El 11-M creo que puede ser un buen ejemplo para sustentar mi tesis sobre este asunto. Los que planificaron los crímenes, aún por mostrar a la luz pública, es altamente probable que eligieran la comunidad de Madrid por el simbolismo del lugar; las víctimas, por su total indefensión; el momento, por ser el de máxima afluencia a los trenes; la fecha, por la proximidad al día de las votaciones. El atentado tenía el fin de causar el máximo impacto en el electorado y, por ende, producir los mayores réditos políticos.
Este atentado, el mayor de los perpetrados en España y Europa en el siglo actual, atentado que, sin aclararse, sigue siendo objeto de olvido colectivo, paradójicamente ha generado varios y muy diversos monumentos en memoria de las víctimas, que algunos no podremos olvidar jamás. El primer monumento, ya destruido, fue el que de manera espontánea erigieron in situ una multitud de personas anónimas. Hace unos días encontré en internet unas fotografías de flores e inscripciones francamente emotivas. Mi más efusiva y sincera gratitud a esas personas de noble corazón y tan buenos sentimientos. El pueblo es siempre el más fiel exponente de la esencia de un país. Un monumento singular es el mal denominado "Bosque de los Ausentes", constituido por 192 árboles (170 cipreses y 22 olivos); su originalidad radica en que cada árbol pretende simbolizar a cada una de las personas que perdieron su vida, involuntariamente, para beneficio de los que planificaron, ejecutaron, ocultaron y se siguen beneficiando del crimen múltiple. El actual nombre, Bosque del Recuerdo, ha sido utilizado por muy pocos, conservando el maléfico adjetivo de ausentes, como si se tratara de personas que se ausentaron voluntariamente.
Se erigieron monumentos más convencionales en las estaciones de Alcalá de Henares, un monolito en el que figuran las víctimas mortales alcalaínas; Santa Eugenia, a cuya inauguración tuve el honor de asistir; El Pozo y Atocha, en el que figuran los nombres de los vílmente asesinados el Once de Marzo, que, para colmo, no ha sido declarado Día de Luto Nacional o tema de estudio en los centros escolares.
Sin dejar de mostrar mi agradecimiento por tanta profusión de monumentos, quisiera compartir una reflexión al respecto. La memoria, el homenaje y el recuerdo, objetivos de un monumento, creo que con frecuencia están siendo mancillados tanto por el Estado como por la mayoría de los medios de comunicación.
Yo me atrevo a proponer modestamente el siguiente monumento inmaterial al 11-M, que podría contener los siguientes elementos. Simbolizaría un monolito consistente en una pirámide pentagonal. En cada una de las caras de dicha pirámide figurarían:
  • Los verdaderos autores del atentado: instigadores, ejecutores, ocultadores etc.
     
  • Los cuerpos y fuerzas de seguridad que impidieron la investigación y los que consiguieron descubrir a los verdaderos autores.
     
  • Los profesionales del Poder Judicial que permitieron que no se llegara a descubrir a los autores verdaderos y los que tuvieron la profesionalidad y la honradez de construir el rompecabezas y dictar una sentencia justa y veraz.
     
  • Los representantes políticos que impidieron investigar y elaborar planes de prevención para evitar un atentado similar. Igualmente figurarían con nombres y apellidos los que lograran clarificar toda la trama política y sus actores.
     
  • La quinta cara de la pirámide consistiría en un listado de medios de comunicación que colaboraron eficazmente en difundir las mentiras del atentado (como los suicidas inexistentes), así como en silenciar verdades (como la desaparición de los trenes). En la misma cara figurarían, en lugar destacado, los pocos medios que siguen dedicando recursos y esfuerzos para el esclarecimiento de un crimen planificado, tan grave que cambió nuestra historia.
El vértice de la pirámide dirigiría hacia el cielo las obras de todos los actores de la tragedia.
Vía Foro Peones Negros Libres y libertaddigital
Del Blog In dubio pro reo de Jose Maria de Pablo os dejo este interesante artículo; El "caso Breton" y el "caso 11-M" Analogias y diferencias.


lunes, 24 de octubre de 2011

lunes, 10 de octubre de 2011

11 de octubre


Nuestro recuerdo mensual a las victimas del atentado del 11 de Marzo de 2004. Continuamos en la calle y continuaremos, hasta saber la verdad.
Posiblemente en noviembre se produzca un cambio de gobierno, pero tengo la impresión personal de que nada va a cambiar en la búsqueda de la verdad por parte de los nuevos poseedores del poder.
Hasta ahora eramos unos "fachas conspiranoicos" y a partir del 20N seremos unos rojos conspiranoicos. Me sentiria muy feliz teniendo que tragarme estas lineas, pero por desgracia, no creo que tenga que hacerlo.

Continuaremos en la calle mes tras mes, hasta saber la verdad, CAIGA QUIEN CAIGA.

MEMORIA, DIGNIDAD Y JUSTICIA-

lunes, 9 de mayo de 2011

Asesinos y cómplices fuera de todas las instituciones


TODOS A MADRID EL DÍA 14 DE MAYO

Os paso el enlace del BLOG de ELENTIR, donde teneis toda la carteleria para descargar y fotocopiar.

viernes, 11 de marzo de 2011

11 DE MARZO 2011



Se recogieron muchas muestras que han desaparecido. Comparecencia de los TEDAX en la A.N.

sábado, 9 de enero de 2010

No olvidar lo inolvidable



¿DONDE ESTÁN ESTAS MUESTRAS?

Se van a cumplir seis años del atentado del 11 de Marzo, todavia quedan muchas incognitas, el objetivo de este Blog es enlazar todas las direcciones url interesantes y que tengan referencia a la investigación de dicho atentado, noticias y artículos de opinión y prensa digital.


http://www.peonesnegroslibres.com/foro/
http://www.peonesnegroslibres.com/
http://peonesnegroslibresvigo.blogspot.com/
http://www.peonesnegros.com/
Articulos de Don Gabriel Moris:
Pericia pendiente 15/01/2010

No olvidar lo inolvidable
Todos los artículos en pdf, recopilación de 1132CPCF en el blog de LdP:
http://www.peonesnegros.es/descargas/Gabriel.pdf

Ahora se cumplen cinco años y un mes de la mayor masacre terrorista sufrida en Europa. A pesar de todo el tiempo que ha transcurrido, creo no equivocarme al afirmar que estamos tan lejos o más del conocimiento de la autoría que donde estábamos en los días en los que ocurrió. ¿Cómo puede explicarse esta realidad en un país de la Unión Europea que fue una de las primeras nacionalidades que surgieron en ella?

Por citar sólo tres hechos. En un principio, se nos habló de varias tramas y se detuvo a más de cien personas que entonces se relacionaron con la masacre. Todavía hoy se habla extraoficialmente de una cuarta trama. Pero desde mi óptica, ni a nivel judicial ni a nivel parlamentario se ha podido comprobar o demostrar con evidencias la existencia de dichas tramas. Respecto al alto número de detenidos, podemos decir que en el juicio y en la condena del Tribunal Supremo resultó un globo pinchado, ya que sólo se ha condenado a tres personas como autores sin explicar a cuál de las tramas pertenece cada una. Es más, respecto al único condenado por su presencia en los trenes, se ha demostrado que la noche anterior a la matanza estuvo en un gimnasio, existiendo registros que prueban su presencia en el mismo. El lector puede sacar sus propias conclusiones. Eso sí, ni los medios de comunicación ni ninguno de los poderes públicos ha desmentido esta investigación periodística.

Recordemos el papel de la oposición durante el atentado y el período de transferencia de poderes. El hoy presidente del Gobierno propaló la falsa información de que había terroristas suicidas en los trenes. Fueron muchos los que pensaron que si la autoría era de ETA, las elecciones las ganaría el partido en el gobierno. Mientras que si hubiera sido de carácter islamista, las ganaría el partido que las ganó. Es lo que entonces más preocupaba a los que, lejos de ayudar en la investigación, sólo reflexionaban sobre cómo iba a influir nuestro sufrimiento en el resultado electoral.

Poco después, el poder legislativo, a petición del principal partido de la oposición, creó una comisión de investigación con la supuesta finalidad de depurar las responsabilidades políticas del atentado. La comisión se cerró sin cumplir su objetivo. No sólo pudimos constatarlo, también vimos con estupor cómo los que nada investigaron mostraron su autosatisfacción por los trabajos no realizados.

El gobierno recién estrenado, que desde la oposición prometía aclarar el atentado, no sólo urgió el cierre de la comisión, sino que con el apoyo de todos los grupos parlamentarios excepto el Popular, trató en todo momento de olvidar y hacer olvidar a todos lo que con tanta fuerza exigió los tres días anteriores al 14 de marzo de 2004.

En lo que al Poder Judicial se refiere, podemos decir que el desastroso sumario difícilmente hubiera permitido llegar al conocimiento de la verdad. A pesar de ello, la vista pública se inició con un tribunal que nos hizo albergar esperanzas. Sin embargo, las pruebas que se presentaron dejaron mucho que desear. Es más, las mentiras y contradicciones de algunos testigos fueron patentes. Pese a todo no hubo deducción de testimonio para ninguno de los que declararon. El juicio finalizó con la sentencia conocida por todos.

Sobre las piezas que permanecen abiertas, yo, al menos, no sé cómo se están tratando. Lo que sí me consta es que en buena medida las peticiones de las partes fueron denegadas. Entre ellas, la visualización de las grabaciones realizadas durante la pericia de explosivos, a las que considero que tenemos derecho al menos los peritos que intervenimos en ella. Por último, la sentencia del Tribunal Supremo tampoco aportó grandes cosas. Ni antes ni después se pudo establecer la autoría intelectual del atentado.

Hoy -a pesar de que el 80% de los españoles considera que no se conoce la verdad- el silencio es casi unánime. Ignoro el interés que los poderes públicos puedan tener en olvidar lo inolvidable. ¿Qué podemos pensar las víctimas que tenemos infinidad de preguntas sin contestar? ¿A quién le importa?

En cualquier caso, ya pueden perder toda esperanza. Nunca vamos a dejar de preguntar. Y no sólo con intención de responder a lo que tanto nos importa. También para que nadie vuelva a sufrir lo que nosotros sufrimos. O el Gobierno, la oposición, los jueces, la fiscalía y la Policía nos ayudan a contestarlas, o desde la impunidad que se les ha ofrecido, los que causaron tanto sufrimiento volverán a intentarlo. Aún estamos a tiempo de reaccionar.



Busquemos la verdad, sin prejuicios ni partidismos políticos, la verdad nos hará libres.

Asimov.